El programa para la transformación de ciudades y regiones que dirijo para The Young Foundation trata de comprender mejor cual es la narrativa actual del territorio (los valores a los que se asocia la ciudadanía) y sus prioridades a través de la investigación etnográfica. Una vez identificados estos factores se diseñan una serie de proyectos de intervención interrelacionados (en los campos prioritarios para la ciudadanía ) y se activa un diálogo público sobre la posibilidad de construir una nueva narrativa de transformación social.
Los proyectos concretos activan la red de emprendizaje y economía social del territorio y sirven de escaparate para una nueva forma de abordar los retos actuales (desempleo, desigualdad, envejecimiento, especialización inteligente, etc). El caso vasco nos demuestra que la clave está en conectar los proyectos entre sí (sistemas complejos)al mismo tiempo que dan tangibilidad a una nueva narrativa de transformación social (movement building).
La tendencia mayoritaria en los últimos años de tratar de resolver los problemas de las grandes ciudades desde la tecnología (Smart Cities) ha tocado techo. Tanto las autoridades públicas que más han apostado por este camino como las empresas que han hecho buenos negocios con ello admiten que la tecnología por si misma no puede solucionar los grandes retos socio-económicos de las ciudades. No sirve de nada crear grandes infraestructuras tecnológicas que no resuelven las necesidades sociales prioritarias de la mayoría de la población. Además las herramientas tecnológicas no funcionan si la gente nos las utiliza o las ignora.
La ciudad es verdaderamente inteligente cuando la mayoría de la población vive en buenas condiciones socio-económicas, disminuye la tasa de pobreza, aumenta el consumo y disminuye la tasa de criminalidad. Cada vez de forma más evidente, la ciudadanía apoya a los líderes políticos que defienden agendas de crecimiento económico con impacto social y castigan los planteamientos desarrollistas que no tienen en cuenta la sostenibilidad ecológica y social. A esta realidad, hay que añadir la constatación de que es inviable buscar soluciones técnicas a los grandes retos de las ciudades (envejecimiento, desempleo, polución) sin presupuestos gigantescos.
Los casos de éxito (Bilbao, Rotterdam, Toronto, Medellín, Malmo, Seul) demuestran que los proyectos aislado no son suficientes (los problemas que tratamos de resolver son complejos) y mucho menos los que se limitan a la reordenación arquitectónica o la tecnología. Es necesario crear movimientos de transformación urbana que permitan a las autoridades públicas, empresas privadas y a las organizaciones sociales trabajar de forma conjunta. Sólo funcionan los procesos de transformación que la ciudadanía interpreta como propios.
Estos movimientos de transformación se construyen creando nuevas narrativas sobre la ciudad e identificando proyectos concretos que den credibilidad y tangibilidad a la nueva narrativa.
Las nuevas narrativas parten de los valores compartidos (cultura local) que tienen capacidad transformadora e intentan asociarse con valores positivos emergentes. La investigación etnográfica en espacios urbanos se presenta como una de las metodologías más útiles para poder identificar la narrativa existente, sus valores (cultura e identidad local) y a qué nuevos valores desearía asociarse la mayoría de la población. En definitiva, se trata de que la ciudadanía conecte con una visión del futuro de la que deseen formar parte y que le motive a participar activamente.
Los proyectos se identifican a través de procesos de co-creación en el que deben participar los agentes públicos y privados. Deben atender a los problemas que la ciudadanía considera los más prioritarios y normalmente están conectados con las fortalezas de la ciudad (especialización inteligente). En la actualidad existen multitud de organizaciones y empresas que se dedica a identificar, prototipar y escalar estos proyectos pero de forma desconectada de las narrativas de transformación.
En la actualidad, la ciudad de Leeds y la región de Irlanda del Norte están poniendo en marcha dos grandes royectos de transformación de estas características conducidos por nuestro equipo en Londres.